Los Evangelios testimonian que Jesús no estuvo ajeno o distante a las ciudades. Todo lo contrario. En ellas desarrolló diversas actividades relacionadas con el Reino de Dios como horizonte de plenitud urbano. Por eso es tan importante al momento de ver si el mundo urbano de hoy podría ser escenario de revelaciones de lo que Dios quiere para la ciudad.
Este libro brinda una aproximación a esta búsqueda. ¿Son nuestras ciudades lugares de morada de Dios o lugares de ausencia y rechazo del proyecto divino para ellas? Si es lo primero, ¿qué significa eso? Y si lo que impera es lo segundo, ¿qué nos interpela?.