El desarrollo humano es una respuesta divergente a las propuestas monetaristas que asumieron como fin último el incremento, adquisición y acumulación de capital como una forma de crecimiento excluyente. Volver la mirada al rostro humano significa reconstruir la comprensión de la práctica económica y su incidencia en la constitución del ethos social. A partir de este marco de comprensión se hace necesario pensar una propuesta de desarrollo que se agencie desde la base de las comunidades y los sujetos. Esta obra tiene una versión de acceso abierto disponible en el Repositorio Institucional de la Universidad Santo Tomás.