El conjunto de propiedades que constituyen la esencia de la Novena para el Aguinaldo —tradición, memoria y cultura— no fueron el resultado de un acto deliberado por parte de su creador, el fraile franciscano Fernando de Jesús Larrea, ni de su más importante reformadora, la madre María Ignacia odn, cuyo texto se difundió con el título de Novena del Niño Dios, sino que su configuración se basó en patrones altamente flexibles y adaptables, en alguna medida no perceptibles, dinamizados en un contexto cultural. A través de las páginas de este libro se presenta, entonces, la historia del origen y la difusión de esta práctica sociorreligiosa que es preciso asumir como patrimonio cultural inmaterial de los colombianos.