Las revistas científicas han cumplido un papel determinante desde el siglo XVII en los procesos de gestión y desarrollo de la investigación, la cual no se puede pensar al margen de la comunicación científica pues esta genera un escenario en el que la evaluación de pares, la crítica, los procesos de corrección, autocorrección y de acumulación de conocimiento se hicieron posibles.
Estas publicaciones generan un espacio de discusión, crítica y diálogo entre los investigadores e incluso son herramientas de formación y de influencia en la sociedad. Como fuentes de conocimiento e investigación son el principio de la comunicación científica y es por esta razón que cuando los investigadores deciden depositar sus productos en las revistas asumen que su conocimiento será conocido y dialogado.
Las publicaciones trasladan el prestigio del autor a la revista y de la revista al autor. En últimas, estas son las herramientas especializadas y con el argumento para generar: discusión, diálogo, confianza y prestigio del conocimiento académico y científico. En este sentido la responsabilidad ética de los editores, los evaluadores y los autores es central pues la confianza de la sociedad en los procesos de crítica, autocritica y en general de la calidad, y el rigor de la revisión y comunicación descansa en este complejo trabajo en equipo.
Las revistas científicas son los medios por excelencia para gestionar dinámicas de apropiación académica y social del conocimiento.
Por: Ma. Constanza Aguilar Bustamante
Editora Revista Diversitas: perspectivas en psicología